LO QUE NECESITA SABER: ¿Qué es la intimidación? La intimidación es un patrón de abuso diseñado para dañar o controlar a otra persona. El acoso verbal consiste en insultar o usar otras palabras para hacer daño a su hijo, o amenazarlo con hacerle daño. La intimidación física es cuando alguien está golpeando o atacando a su niño físicamente. El abuso social incluye cualquier cosa diseñada para evitar que su niño sea aceptado por otras personas. Un ejemplo es comenzar rumores acerca de su niño. La intimidación que sucede a través de correos electrónicos, del internet o de mensajes de texto se conoce como intimidación cibernética. ¿Qué aumenta el riesgo de que mi niño sufra intimidación? Cualquiera puede ser objeto de intimidación. Algunos niños que intimidan se enfocan en niños que son más pequeños. Su niño podría ser serio o no tener una gran cantidad de amigos. Él aún podría ser intimidado si es alto y amigable. ¿Cuáles son las señales de que mi niño está siendo intimidado? - Dolores de cabeza o problemas del estómago frecuentes
- No querer ir a la escuela o a las actividades escolares
- No asistir a la escuela o a ciertas clases
- Bajar las calificaciones
- Comentarios negativos que su niño hace de sí mismo
- Aislamiento, depresión o no querer realizar actividades que solía disfrutar
- Moretones, cortadas u otras lesiones frecuentes que su niño trata de cubrir o de las cuales no le informa
- Ponerse molesto después de usar el internet o un teléfono celular
- Objetos perdidos, como un abrigo nuevo o un aparato electrónico
- Comportamientos de lesionarse a sí mismo, como cortarse
¿Cuáles son los riesgos de sufrir intimidación? Su niño podría desarrollar una autoestima baja. Podría deprimirse o darse de baja en la escuela. La intimidación puede aumentar el riesgo de que su niño desarrolle adicción a las drogas o al alcohol. Él podría sufrir de trastorno de estrés postraumático (TEPT) o trastorno de ansiedad. La intimidación puede llevar a pensamientos de suicidio. ¿Qué puedo hacer para brindarle apoyo a mi niño? Ayúdelo a entender que la intimidación no es culpa de él. Él podría pensar que hizo algo para merecer que lo intimiden, pero la intimidación nunca es aceptable. - Pregúntele a su niño acerca de la escuela. Es posible que él no quiera decirle que está sufriendo de intimidación. Podría ser de ayuda hacerle preguntas más generales acerca de cómo le va en la escuela. Pregúntele acerca de sus amigos y compañeros de clase. Pregúntele si tiene una clase favorita o cuál clase no le gusta.
- Tome el miedo de su niño con seriedad. Él necesita sentirse seguro y saber que la intimidación dejará de suceder. No le diga a su niño que lo que está describiendo es algo por lo cuál todos los niños pasan. No le diga que crezca, y no desestime sus miedos.
- Hable con las autoridades de la escuela de su niño. Su escuela podría ofrecer programas diseñados para detener la intimidación. Es posible que su hijo ni quiera hablar con nadie sobre la intimidación por miedo a que la situación de acoso empeore. Ayúdale a practicar para que pueda contarle a un maestro u otro adulto sobre la intimidación. Él necesitará decirle al adulto lo que sucedió, cuándo sucedió y si alguien más lo vio o escuchó.
- Ayude a que su niño desarrolle maneras saludables para responder. Enséñelo a alejarse de la persona que lo está intimidando. Es posible que él necesite cambiarse de clase o cambiar la hora de su almuerzo. Hable con su niño acerca de sus cuentas de internet, de correo electrónico o de mensajes de texto. Es probable que usted necesite cambiarlas o cerrarlas para evitar la intimidación cibernética.
- Mantenga un registro de la intimidación. Si es posible, guarde todos los correos electrónicos, textos y mensajes similares que su niño reciba. Probablemente usted podrá comunicarse con la policía u otras autoridades para obtener ayuda en caso de que se estén haciendo amenazas en contra de su niño. Usted podría hablar con los padres del niño que está intimidando a su niño.
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