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Cystic fibrosis sweat test
Examen de sudor para fibrosis quística
INFORMACIÓN GENERAL:
¿Qué es este examen?
Este examen mide la concentración de cloruro en el sudor del cuerpo. Este examen es usado para diagnosticar fibrosis quística.
¿Por qué puedo necesitar este examen?
Los exámenes de laboratorio pueden realizarse por muchas razones. Los exámenes se realizan para exploratorias rutinarias o si se sospecha una enfermedad o toxicidad. Los exámenes de laboratorio también se pueden usar para determinar si una condición médica esta mejorando o empeorando. También pueden ser utilizados para determinar la efectividad o fallecimiento de un medicamento o plan de tratamiento. Pueden ser solicitados por razones médicas o legales. Usted podría necesitar esta prueba si tiene:
¿Cómo debo prepararme para el examen?
No aplique cremas o lociones en la piel de su niño desde 24 horas antes de la prueba de sudor.
¿Cómo se hace el examen?
Una prueba de sudor tarda aproximadamente 45 minutos. La piel de su niño será limpiada y le aplicarán un producto químico que provoca sudoración en una pequeña área de la pierna o el brazo. Se colocarán parches adhesivos llamados electrodos en la pierna o brazo, a través de los cuales se aplicará una corriente eléctrica muy débil que provoca sudoración durante aproximadamente 5 minutos.
Se retiran los parches y se lava el área. Posteriormente, en los mismos lugares dónde estuvieron los electrodos, se coloca una almohadilla seca cubierta con un plástico especial que atrapa el sudor que se produjo. Después de 30 ó 40 minutos se retira la almohadilla con el sudor que en ella se recolectó.
¿Qué me sentiré durante el examen?
Durante la prueba de sudor, su hijo puede tener una sensación de calor o cosquilleo. En general, esta prueba no es dolorosa o incómoda.
¿Qué debo hacer después del examen?
No hay instrucciones especiales a seguir después de esta prueba.
ACUERDOS SOBRE SU CUIDADO:
Usted tiene el derecho de participar en la planificación de sus cuidados. Para ayudar en esta planificación; usted debe informarse acerca de su estado de salud y sobre la forma como puede tratarse. De esta manera, usted y sus médicos pueden hablar acerca de sus opciones y decidir el cuidado que se usará durante su tratamiento. Usted siempre tiene el derecho a rechazar su tratamiento.
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