LO QUE NECESITA SABER: ¿Qué es la neumonía bacteriana? La neumonía bacterial es una infección pulmonar causada por bacterias. Sus pulmones se inflaman y no pueden funcionar de la manera adecuada. Los gérmenes de la neumonía bacterial se propagan fácilmente cuando una persona infectada tose o estornuda o por medio de contacto físico cercano. ¿Qué aumenta mi riesgo de adquirir neumonía bacteriana? - Mayor o menor de edad
- Usted trabaja en un hospital, institución de cuidados a largo plazo u otros lugares del campo de la salud.
- Usted cuida a niños en una guardería infantil.
- Uso de una máquina respiradora para ayudarle a respirar
- Consumo fuerte de alcohol por muchos años, o uso del cigarrillo
- Enfermedades del corazón, pulmón, hígado, cerebro o riñón, cáncer o diabetes
- Un sistema inmune debilitado como por ejemplo debido al VIH, asplenia (ausencia de bazo) o mala nutrición
- Uso reciente de antibióticos, esteroides, quimioterapia o medicamentos que evitan que el cuerpo rechace trasplantes
- Exposición a ciertos animales, como pájaros, conejos, animales de granja y murciélagos
¿Cuáles son los signos y síntomas de la neumonía bacterial? - Una tos seca o tos con flemas, la cual podría contener sangre.
- Fiebre, escalofríos o temblores muy intensos
- Falta de aliento, sibilancia o dolor en el pecho
- Sentirse cansado con facilidad
- Latidos cardíacos rápidos
- Dolor de cabeza, dolor muscular, dolor o malestar estomacal
- Dificultad para pensar claramente
¿Cómo se diagnostica la neumonía bacterial? Su médico le hará preguntas sobre sus signos y síntomas y lo examinará. Dígale si usted ha estado alrededor de cualquier persona o animal enfermo o si ha viajado recientemente. Es posible que también deba hacerse alguno de los siguientes exámenes: - Un oxímetro de pulso es un dispositivo que mide la cantidad de oxígeno en su sangre.
- Exámenes de sangre y orina se usan para revisar si hay infección.
- Radiografía son imágenes de sus pulmones que podrían ayudar a mostrar señales de infección y si están funcionando bien sus pulmones. Las imágenes también podrían mostrar otros problemas, como líquido alrededor de los pulmones. Usted podría necesitar más de una radiografía torácica.
- Una muestra de esputo puede ser analizada para detectar la presencia del germen que le está causando su enfermedad. Le sirve a su médico para escoger el mejor medicamento para tratar la infección.
¿Cómo se trata la neumonía bacterial? El tratamiento depende de lo que causó su neumonía bacterial y de la severidad de sus síntomas. Es posible que usted necesite alguno de los siguientes: - Medicamentos se administran para ayudar a combatir una infección bacteriana, disminuir la inflamación o la fiebre o aliviar el dolor. Es posible que también necesite medicamentos que ayuden a abrir sus vías respiratorias para ayudarlo a respirar. Los medicamentos también podrían administrarse para ayudarle a expulsar las flemas de sus pulmones por medio de la tos.
- Tos y respiración profunda se hace para abrir las vías respiratorias en sus pulmones. La tos ayuda a expulsar la mucosidad de sus pulmones. Para recuperarse más rápido y sentirse mejor, necesita sentarse o salirse de la cama frecuentemente.
- Los tratamientos de respiración podrían ayudar a abrir sus vías respiratorias para que usted pueda respirar más fácilmente. Se utiliza una máquina para transformar el medicamento líquido en vapor. Usted inhalará el vapor a sus pulmones a través de un tubo y una pieza bucal. Los medicamentos inhalados en forma de vapor actúan rápidamente para aliviar sus síntomas.
- Es posible que usted necesite oxígeno adicional si el nivel de oxígeno en su sangre esta más bajo de lo que debería estar. Es posible que le administren oxígeno a través de una máscarilla colocada sobre la nariz y la boca o a través de pequeños tubos colocados en las fosas nasales. Pregúntele a su médico antes de quitarse la mascarilla o los tubos del oxígeno.
- Toracentesis es un procedimiento que sirve para sacar el exceso de líquido de su pecho. A usted le administrarán un medicamento para adormecerlo y luego le introducirán una aguja entre 2 de sus costillas. El líquido adicional es extraído a través de la aguja y mandado al laboratorio para exámenes. Es posible que se le haga más fácil respirar cuando le extraigan el líquido.
¿Qué puedo hacer para prevenir o manejar la neumonía bacteriana? - Evite la propagación de gérmenes. Lávese las manos frecuentemente con agua y jabón. Use un gel desinfectante si no tiene agua y jabón. No se toque los ojos, la nariz o la boca a menos que se haya lavado las manos primero. Cúbrase la boca al toser. Tosa en un pañuelo desechable o en la manga de su camisa para no contagiar los gérmenes con sus manos. Si usted está enfermo, manténgase alejado de otras personas lo más que pueda.
- Tome líquidos como se le haya indicado. Pregunte cuánto líquido debe tomar cada día y cuáles líquidos son los más adecuados para usted. Los líquidos ayudan a disolver la mucosidad, lo cual le facilita la expectoración de secreciones. No tome alcohol mientras esté enfermo.
- Pregunte sobre las vacunas. Es posible que usted necesite recibir una vacuna que sirve para prevenir la neumonía. Acuda a que le apliquen la vacuna de la influenza (gripe) cada año tan pronto como esté disponible.
- No fume y no permita que otras personas fumen a su alrededor. La nicotina y otras sustancias químicas que contienen los cigarrillos y cigarros pueden dañar los pulmones. Pida información a su médico si usted actualmente fuma y necesita ayuda para dejar de fumar. Los cigarrillos electrónicos o tabaco sin humo todavía contienen nicotina. Consulte con su médico antes de utilizar estos productos.
Llame al 911 en caso de presentar lo siguiente: - Usted tiene más dificultad para respirar o su respiración parece más rápida de lo normal.
- Sus labios o uñas de los dedos se ponen azules.
¿Cuándo debo buscar atención inmediata? - Sus síntomas no mejoran o empeoran.
- Usted está confundido y no puede pensar con claridad.
- Usted orina menos o no orina.
- Usted empieza a expectorar sangre.
¿Cuándo debo comunicarme con mi médico? - Usted tiene fiebre o escalofríos.
- Su tos regresa o no desaparece.
- Usted se siente muy cansado o débil, o duerme más de lo normal.
- Usted no puede comer o tiene pérdida del apetito, náuseas o vómitos.
- Su corazón o su pulso palpita más de 100 veces en 1 minuto.
- Tiene alguna pregunta acerca de su condición o cuidado.
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